Cómo exponer los productos en mi farmacia

Una de las estrategias más efectivas de marketing en tienda tiene que ver con la disposición de los productos en el espacio. A la hora de colocar nuestros productos de la forma más eficaz debemos tener en cuenta factores como la distribución del espacio físico, la demanda específica de cada tipo de producto, la estacionalidad de dichos productos, el tipo de compra (reflexiva o impulsiva), los niveles de exposición (a qué altura se encuentran los productos) y las zonas de distribución.

La farmacia es un espacio complejo que presenta retos particulares a la hora de distribuir los productos en tienda. Esto se debe a que la mayoría de los productos presentan una apariencia visual y packaging similares y a que los espacios suelen ser reducidos y homogéneos. Además hay que destacar que alrededor del 40% de las decisiones de compra de productos de farmacia tienen lugar en el mismo momento de la visita al establecimiento. De ahí la importancia de colocar correctamente los productos para incentivar su consumo.

A rasgos generales podemos señalar algunos métodos o criterios muy útiles dentro de esta estrategia:

  • Distribuir por categorías y llevar a cabo la señalización de las diferentes áreas para que el consumidor pueda localizar y acceder a los productos de forma rápida.
  • Mostrar de forma clara los precios, ya que el factor económico es fundamental a la hora de realizar la compra.
  • Diferenciar entre zonas calientes y zonas frías en nuestro espacio. Las zonas calientes son las más llamativas a nivel visual y de más fácil acceso, al contrario de las llamadas zonas frías que aparecen más apartadas o escondidas. Una buena estrategia sería distribuir los productos estacionales y promocionales en las zonas calientes y aquellos de primera necesidad o de compra más reflexiva en las zonas frías.
  • Colocar los productos complementarios o relacionados en la misma ubicación de manera que la adquisición de un producto pueda llevar al consumidor a comprar otros.
  • Potenciar el escaparate y el mostrador, ya que son las dos áreas más llamativas y accesibles tanto desde fuera como dentro de la farmacia.
  • Mantener la limpieza y el orden en todo momento y en todos los espacios para que el cliente encuentre fácilmente lo que busca.
  • Por último, cambiar los lineales de forma habitual y teniendo en cuenta la estacionalidad de los productos.